jueves, 17 de diciembre de 2009

contadores y otros cuentos

Si Marcel Proust se hubiese quedado amordazado luego de que André Gide -por entonces lector para Gallimard- devolviera el manuscrito de En busca del tiempo perdido con este comentario: "No puedo comprender que un señor pueda emplear treinta páginas para describir cómo da vueltas y más vueltas en su cama antes de encontrar el sueño", nunca hubiésemos disfrutado de la lentitud y del placer de la descripción.
Escribir por escribir y recibir la negativa de los editores, demuestra la raza de la que a menudo están hechos los que escriben. Los admiro por ello. Empeñarse en lo inútil es lo más cercano que puede estar un ser humano de hacer algo útil.

Sé que queda retórico pero lo llevo pensando la mitad de mi vida.

Graham Greene, Charles Bukowski, Vladimir Nabokov, Philip K. Dick o Malcolm Lowry, por citar algunos ejemplos, podrían haber colgado la máquina de escribir amordazados por la frustración del rechazo. Pero no lo hicieron.

Internet va a acabar con esa tiranía y estamos aquí para verlo. Publicar, publicar en la red...malditos..
(Instalación es de Joanna Vasconcelos (gracias, Pilar) con azulejos de Adriana Varejâo, de una lámpara que no sirve para alumbrar: sino para iluminar. Con unos humildes tampones, convierte un objeto lujoso y barroco en un arma arrojadiza además de feminista)
(foto partisana)

6 comentarios:

Santy Trombone dijo...

Estoy de acuerdo en que Internet ha cambiado mucho nuestras vidas como dices, y es genial que todo el mundo tenga oportunidad de darse a conocer... pero también es una pena que se nos escapen muchas cosas y nunca las veamos debido al exceso tan grande de publicaciones de todo tipo.

marcela dijo...

Calamarin,
Tienes razón, pero siempre que hay mucho los ávidos tenemos muchas más posibilidades y en materia de conocimientos, de placeres, de cultura lo más siempre es más.
Un saludo.

Pilar Mandl dijo...

¡No sabía que André Gide hubiese hecho ese comentario! Ja, ja, ja... si lo piensas bien tiene razón, ¡con ese argumento...! Pero qué maravilla de descripción!

Sí, menos mal que no lo hicieron... serían tantas cosas distintas sin ellos, tantas vidas vividas.

No creo que Internet acabe con esa tiranía, pero es bonito imaginarlo.

Me gusta tu frase: "Empeñarse en lo inútil es lo más cercano que puede estar un ser humano de hacer algo útil".

Blue dijo...

Creen en sí mismos.
Me dan envidia.

Saludos, Marcela.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Jo, Marcela, qué bien que me hayas encontrado. Me has enganchado con esta entrada nada más. Llevas toda la razón.

Y no, Blue, los escritores no es que crean en sí mismos. Es que no saben hacer otra cosa. Es que se mueren por dentro si no escriben.

marcela dijo...

Los que buscamos por la red, a veces pescamos peces en mares que no hemos
navegado. Yo la verdad cómo estoy varada mi red la lanzó incluso por el ancho mar de los sargazos.
Así os he encontrado a todos, y aquí me tenéis para juntar algunas palabras que me desbordan.
Besos y bienvenida Isabel.