sábado, 29 de diciembre de 2012

emociones directas del pensamiento


Siempre se pensó que la emoción podía perturbar el pensamiento. Actualmente se comprende que la emoción tiene que ver con el significado, con la importancia de las cosas de la vida. 

Lo que nos importa, es siempre por razones emocionales. De algún modo la emoción rige en nuestra vida más allá de lo que a primera vista parece. No sólo tiene que ver con muchas enfermedades del cuerpo sino que también tiene que ver con los valores.


Al fin y al cabo, los valores dependen de las cosas a las que uno les da importancia.

Los valores no son algo sofisticado que se agrega al pensamiento, sino que nacen junto con la importancia de los afectos.
El sentido de la vida es conseguir afectos y mantener los valores. Así de simple. Lo sencillo es propio de mentes complejas y al revés.

Ayer ví un película en la que el protagonista decía a su amigo "no te fies de nadie, y mucho menos de los que parecen muy normales" En mi carnet de baile tengo unas pocas personas de las que me fio absolutamente, porque forman parte de lo que me importa.
El chrismas es de Robert Mapplethorpe (1987), que aún con chupa de cuero, también encendía sus luces por Navidad a su estilo: en blanco y negro. 

martes, 25 de diciembre de 2012

recuerdos que conmueven

 

Los momentos más fantásticos de nuestras vidas son sin duda los más conmovedores; aquellos en que se fusiona la realidad con la fantasía. Y lo que pudiera ocurrir, a partir de ese momento vivido. En ocasiones sucede un caos, pero ese es un momento que se convierte en apremiante, porque fusiona el ahora, el antes y el después.
Las imágenes pasadas que se recuerdan, son las que fueron anteriores con precisión y alevosía. Es la representación de algo natural, que alcanzó la categoría de secreto. El secreto de una conmoción.
Un momento así pudiera ser :Simplemente toco tus cabellos, pongo la mano sobre tu cabeza.

viernes, 21 de diciembre de 2012

buscando en la veta equivocada



La busqué […]
en la caligrafía de su ausencia,
bajo la arena que acunó sus pasos […]
en la ficción de mi recuerdo de su rostro,
en mi escasez. […]
La busqué
lo suficiente como para convencerme
de que nunca existió.

(Javier Ávila )

lunes, 17 de diciembre de 2012

las mentiras verdaderas del arte


Hay que dar un salto inmenso con la imaginación para captar toda la verdad...
Los que saben, siempre se explican muy bien y rápido, los que necesitan muchos meandros discursivos los hacen para disimular su carencia del tema. Es más fácil entender una parábola que un discurso.
Dicen que los artistas y los poetas incluso los filósofos, alcanzan la verdad en base a buscar atajos con su imaginación.
Dame un artista y entenderé el mundo.
Porque como decía el filósofo George Santayana, no se cree en la verdad más que cuando alguien con talento la inventa.
Yo aborrezco las mentiras sin arte. Fellini decía, que él contaba mentiras verdaderas.

(fotografía ula wiznerowicz)

jueves, 13 de diciembre de 2012

berger y beuys: la palabra es escultura



"Joseph Beuys dice que hablar puede ser una forma de escultura" (Berger)

John Berger recibió un homenaje en el Museo del Prado en 2010. En esta foto aparece junto a su hija Katya Berger Andreadakis. 
Ambos pusieron en escena de esta forma, en el auditorio de la pinacoteca, una performance sobre el olvido, la vejez y la muerte titulada Lying down to sleep / Echarse a dormir. Genial.

lunes, 10 de diciembre de 2012

poemas cargados de pasado

No quiero más que estar sobre tu cuerpo
como lagarto al sol los días de tristeza.

(José Ángel Valente)
Los poemas de amor los carga el diablo. (partisana)

viernes, 7 de diciembre de 2012

mi tsunami propio



La geometría caótica del desastre, la fuerza combativa del viento
La potencia de frenado o de arranque, para arrastrar los deshechos. 
Como un cuerpo subido en una noria, mareado.
La pasarela sobre el río y la bruma. 
La soledad del cuerpo.

El amor para sobreponerse al mundo.
Mientras, toda la casa se mueve entera.

sábado, 1 de diciembre de 2012

colecciono el mundo



Soy una coleccionista compulsiva. Colecciono desde instantes a lápices. De los recuerdos, por el contrario, almaceno únicamente aquellos que reconozco imprescindibles. Tengo un marcado carácter ahistórico. Y soy sobre todo coleccionista de fotografías; tanto virtuales como reales.


En todo coleccionista existe algo que nos vuelve una especie de seres brumosos. Perdidos entre una niebla de imágenes somos capaces de encontrar aquella que buscamos.


Me identifico con mi colección, en la medida que es un cúmulo de deseos y decisiones. Cuando comencé, nunca tuve la sensación de ser coleccionista, más bien se trataba de encontrar imágenes que estuvieran con anterioridad en mi cabeza.


Mi colección está hecha de encuentros fortuitos e incluso de repeticiones. No hay método en un primer momento. No hay hallazgo tampoco, sólo una misteriosa decisión que elige en un momento tal cosa y no otra. De lo más humilde; a lo más glamuroso, de lo casi bello por terrible a lo estético, mi mundo es un lugar en el que tienen cabida copias de autores incuestionables heridos en sus retinas por el hecho de escrutar el mundo, ese de siempre.


Es la pulsión de los atacados por la fiebre. Colecciono el mundo: mi mundo.

(fotografía Robert Mapplethorpe, Catherine Millonaire)