lunes, 29 de julio de 2013

el tiempo lento y karen blixen


A lo largo de 13 años y arropada por las largas temporadas que pasaba sola en su granja de Kenia, la baronesa Blixen comienza a escribir todo lo que allí ocurre. Y cuando finalmente todo llega a su fin, reúne y pone en orden los papeles que dan cuerpo  al extraordinario libro “Out of África” (Memorias de África).

A veces leyéndolas se tiene la sensación de leer una novela de ficción y no unas memorias que transcurrieron en una época y en unos años determinados.  Las historias que la danesa narra son tan extraordinarias, y tan asombrosa la gente que comparte la vida con ella en tierras africanas, que no parecen personas que existieron de verdad y que fueron pieza clave en la historia de aquel país. Muchos de ellos aparecen en los libros de historia precisamente por su importancia clave en los acontecimientos políticos y culturales de la época.

Karen Blixen convivió realmente con ellos y  describe la relación maravillosa, no siempre fácil, con las gentes del país: una relación de amor y respeto profundo y mutuo. Acerca de ello relata: “ viven en buena relación con el tiempo y no se les ocurriría nunca, ni matarlo ni engañarlo.{...} si le encargas a un kikuyu que te guarde el caballo mientras vas a hacer una visita, puedes ver en su expresión que espera que tardes lo más posible. No intenta pasar el tiempo, sino que se sienta y lo vive”.

Karen Blixen procedía de dos familias burguesas acomodadas de la alta nobleza danesa, y su entorno familiar desempeñó un papel decisivo tanto en su vida como en su obra. Esta mujer, enseñó a través de la literatura como el mundo, puede ser un lugar algo mejor en el que buscar para explorar y vivir, más allá de las estrechas fronteras de nuestras vidas y nuestros días.
Y para Karen Blixen -casi anoréxica- siempre era Nochevieja, ya que su dieta diaria eran ostras acompañadas de champán.

miércoles, 24 de julio de 2013

la realidad no es ficción



Volveré en cualquier momento la cabeza y veré aquello que incluso no estuvo allá. Y todo será una constelación de fotografías que será inevitable mirar.
La vida no es una película, sino una serie de imágenes fijas que recuperamos sin tonos sepias. No somos sino instantes.
Vuelvo de un viaje y recuerdo ya lejos algunos colores, el olor, e incluso la humedad. Mucho me costaría vivir en un mundo sin libros, pero la realidad que he visto no está en ellos, puesto que no cabe entera.

martes, 16 de julio de 2013

tener claro lo que se quiere


Los hombres al igual que las mujeres, y al contrario que los perros, son unas raras criaturas capaces de pensar una cosa, sentir otra, desear algo distinto, decir otra cosa y hacer algo diferente a todo lo anterior.
Conozco perros que tienen varias ideas al mismo tiempo, sin embargo priorizan en la fundamental: "quiero lo que deseo".

Y la verdad, prefiero las cosas claras, que mi cabeza ya tiene bastante con las contradicciones propias.

viernes, 12 de julio de 2013

afomíos para tiempos cínicos


un mundo perfecto es aquél en el que los tesoreros custodian el dinero, no los que lo roban.
un asesino a sueldo sólo debería matar a su jefe por despido improcedente.
el mayor momento de realización en el trabajo es cuando te pagan.
los dioses están muy ocupados jugando a los dados.
ser santo es el camino más directo hacia vivir en el infierno.
las mayores equivocaciones son aquellas que parecen aciertos.
el único amor que no se acaba es el amor propio.
la autoestima que se pierde no se recupera pagando a un terapeuta.
los recuerdos en ocasiones son pasillos escasamente iluminados.

sábado, 6 de julio de 2013

afomios propios del estío y hastio



Hay personas tan profundas como un plato de postre.
El principio fundamental del ser es no seguir insistiendo en lo que es.
Los malos hábitos no sólo son propios de religiosos.
El sentido de la existencia a veces está en ese camino que te llevó a un lugar sin salida.
Somos seres buscando ser frívolos creyéndonos trascendentes.
No hay medicina mejor para la gripe que pasarla en una cama acompañado.
El contagio de la estupidez es un virus muy difícil de evitar.

lunes, 1 de julio de 2013

del silencio ensordecedor


¿Cómo percibimos el silencio? La metáfora provisional de un “oído interno”, de una mudez informadora, podría ser pertinente. Las proposiciones tácitas no tienen nada de místico. Pensemos en los intervalos en música, en el importante papel que juegan los espacios en blanco para algunos poetas o en los cuadros modernos más decisivos. Poetas y filósofos, como Keats o Wittgenstein, insisten en que la esencia de su finalidad radica en aquello que no se dice, en aquellas “melodías no sentidas” o entre líneas. Pensemos en la expresión “un silencio ensordecedor”. O en las sirenas de Kafka, que amenazan con no cantar. (George Steiner)

¿Acaso hay existencia más allá de la gramática?). ¿Hay un agujero negro en el corazón del ser? Lo que no se puede conceptualizar tampoco se puede decir; lo que no se puede decir no puede existir. 

Y desde siempre sabemos que la palabra cura. El silencio está sobrevalorado.
El rayo grita en la tormenta, el trueno habla en la oscuridad. La oscuridad es silenciosa, produce miedo. Las sombras no hablan.  En los dichos populares que son la filosofía común, se dice: "se podía cortar el silencio con un cuchillo" Y así es hay silencios que hieren.

Existen también las palabras derramadas. Pero eso es otro tema.