domingo, 25 de enero de 2015

bachelard y el espacio: un encuentro


Como bien nos recuerda Gaston Bachelard la poética del espacio habita dentro de nosotros “está ligada a una especie de expansión del ser que la vida reprime y la cautela detiene, pero que vuelve a empezar cuando estamos solos". 


Tan pronto como nos inmovilizamos, estamos en otro lugar; estamos soñando en un mundo que es inmenso. La inmensidad es el movimiento del hombre inmóvil.

Y en esa inmensidad siempre es fácil encontrarte con otro. Incluso darte de bruces. Si llegas ahí, aprovecha para dar un inmenso abrazo.

jueves, 22 de enero de 2015

un enigma y caja de sonrisas


Me gustaría saber cómo empezó todo.
más que nada, por si tuve algo que ver.
Y si la inocencia dura tantos años
más que nada por ver cuándo la perderé
o no.
los milagros son meras apariciones
y existen.

martes, 20 de enero de 2015

pizarnik, esa muerta tan viva




Leo que ha salido un libro sobre Pizarnik titulado Alejandra, -nada más-  y que la poeta que siempre apareció torturada, depresiva y loca, también tuvo momentos alegres. Siempre el personaje de la poetisa fue escrito por todos los que gustan de las tragedias. Y puede que se quedaran en el hecho morboso del mensaje escrito en la pizarra, antes de vaciar el frasco de seconal. Así que me apunto en mi bitácora una Alejandra que no conocía; a la espera de leer con fruición lo que dicen dos personas que la conocieron y vivieron.

Me gusta que empiece “El mensaje de Pizarnik ha sido un muy potente mensaje de vida”.
¿Pizarnik vital? Sí, y esto que podría reducirse a un ingenioso juego de palabras revela una verdad notable. No sólo porque un moribundo que se aferra a la vida puede ser mucho más vital que un optimista que niega la muerte (“quisiera demostrar cuánta libertad puede a veces tener un ser oprimido y angustiado”, escribió Pizarnik en una de sus cartas al poeta Rubén Vela) sino también porque un eje fundamental de su obra es la oposición entre eros y poesía, en la que se inclina por lo primero: “Del combate con las palabras ocúltame / y apaga el furor de mi cuerpo elemental”, dice en el poema “Destrucciones”, incluido en Los trabajos y las noches (1965). La misma idea se plasma en el poema “Amantes” del mismo libro: “Mi cuerpo mudo / se abre / a la delicada urgencia del rocío”; y de manera mucho más cruda en “Solamente las noches”: “Coger y morir no tienen adjetivos”.

Y pienso: Sin adjetivos se coge (folla) mejor. Los angustiados vivimos a tope. Nuestros furores los apagan con cubos helados los optimistas militantes. Montando a pelo y sin casco.

jueves, 15 de enero de 2015

enredada en mis pensamientos




En mi vida soy partidaria de las cosas cortas. Menos en las relaciones, si no duran me interesan mas bien poco. Siempre he pensado que hay que ahorrar tiempo en el trabajo para derrocharlo en el ocio. La vida para mi consiste en ahorrar tiempo y para así tener la sensación de que lo uso en cosas primordiales.

También en lo sentimental soy de recorrido largo, con un rítmo lento evitando por encima de todo el sentimentalismo. El protagonista siempre es más importante que la historia. Así que tengo un casting cortísimo.

En cuanto a los blogs tengo estudiado que mas allá de dos párrafos, a los que los leen les parece el Ulyses. Me ponga como me ponga cuanto mas corto, mas visitas. 

Es importante el titulo, pero sobre todo -cosa que no hago- que tenga nombres propios y conocidos, porque las busquedas a través de ellos llegan como por casualidad a todos los lados.

lunes, 12 de enero de 2015

de la importancia del tiempo



“Puedo confesar que el mar y el viento me sobrevivirán y que la eternidad no se preocupa de mi. ¿Pero quién me pide preocuparme de la eternidad? Mi vida es corta sólo si la emplazo en el cepo del tiempo. Las posibilidades de mi vida son limitadas sólo si cuento el número de palabras o de libros que tendré tiempo de escribir antes de morir. ¿Pero quién me pide contar? El tiempo es una falsa unidad de medida para medir la vida. El tiempo, en el fondo, es una unidad de medida sin valor ya que sólo alcanza las obras avanzadas de mi vida.
 

Pero todo lo importante que me ocurre y que da a mi vida un maravilloso contenido: el encuentro con una persona amada, una caricia, la ayuda en la necesidad, el espectáculo de un claro de luna, un paseo a vela por el mar, la alegría que se siente por un hijo, el estremecimiento ante la belleza, todo esto ocurre completamente fuera del tiempo. Da lo mismo que encuentre la belleza en el espacio de un segundo o de cien años. La dicha no solamente se sitúa al margen del tiempo sino que niega toda relación entre la vida y el tiempo.
Descargo pues de mis hombros el fardo del tiempo". (Dagerman)

viernes, 9 de enero de 2015

no existen parísos perdidos alberto juarroz


"No existen paraísos perdidos.
El paraíso es algo que se pierde todos los días,
Como se pierden todos los días la vida,
La eternidad y el amor.

Así también se nos pierde la edad,
Que parecía crecer
Y sin embargo disminuye cada día,
Porque la cuenta es al revés.
O así se pierde el color de cuanto existe,
Descendiendo como un animal amaestrado
Escalón por escalón,
Hasta que nos quedamos sin color.

Y ya que sabemos además
Que tampoco existen paraísos futuros,
No hay más remedio, entonces,
Que ser el paraíso” 


(Alberto Juarroz)

martes, 6 de enero de 2015

la derrota es bella



Por alguna extraña razón siempre me han atraído más los derrotados que los triunfadores. Encuentro que están más cercanos a la sensibilidad que espero de las personas. Vamos, que les hace más humanos. Más frágiles, más emotivos, incluso más emocionantes.

Los triunfadores no aprenden nada, no extrañan nada, tienen esa seguridad aplastante del que está en el camino de la perpetua admiración. Y en ese lugar existe el poder de saber que lo tienen y con él puede aplastar.

Así que ahora que empiezo a recibir noticias de que el fracaso es el camino del aprendizaje, me siento más en mi época. Ojalá se aprenda del fracaso en lugar de llevar con soberbia el éxito.
La derrota es bella, por eso hay flores que en lugar de mirar con altanería hacia el cielo -y eso que pueden permitírselo- se tuercen hacia el suelo consciente de su belleza incuestionable.

Es bella la exaltación que enseña que la esencia de la victoria en realidad, reside en cómo reaccionamos ante la inevitable derrota.

Hay pocos que sepan llevar con elegancia el triunfo. Y esos son los verdaderos triunfadores. 

(fotografía man ray)