lunes, 11 de enero de 2016

amar sin razón no tiene futuro


La razón y los sentimientos son como un matrimonio de viejos locos que se detestan. Viven en la misma casa y muchas veces duermen juntos, pero se llevan tan mal, que no pueden dialogar ni ponerse de acuerdo.

Siempre que hablan terminan peleados, sin dirigirse la palabra durante un tiempo. Los sentimientos casi nunca coinciden con la razón y sin embargo conviven en todos nosotros. Cuando vivimos de acuerdo con nuestros sentimientos no tardamos mucho en hechar de menos la razón y viceversa.

Razón más sentimientos forman un matrimonio que dura para siempre. Todo lo demás, son niños perdidos en el bosque.

(obra partisana: collage chapucero de mi niñez; me gusta lo inacabado)